(4,5⭐) |
Bryce Quinlan tenía la vida perfecta, trabajando cada día y saliendo cada noche, hasta que un demonio asesinó a sus amigos y la dejó vacía, herida y sola. Cuando el acusado está entre rejas, pero los crímenes continúan, Bryce hará lo que sea para vengar sus muertes.
Hunt Athalar es un ángel caído, esclavo de los arcángeles a los que una vez intentó destronar. Sus brutales habilidades sirven ahora para un solo propósito: acabar con los enemigos de su dueño. Pero entonces Bryce le ofrece un trato irresistible: si la ayuda a encontrar al demonio asesino, su libertad estará al alcance de su mano.
Mientras Bryce y Hunt investigan en las entrañas de Ciudad Medialuna, descubren dos cosas: un poder oscuro que amenaza todo lo que desean proteger y una atracción feroz que podría liberarlos a ambos.
* sinopsis del primero por los spoilers.
No sé qué pasa con esta saga, pero los libros son lentísimos hasta que llegas al final y te explota todo en la cara. En el libro anterior la cosa acababa bastante "bien". Bryce y Hunt eran libres, el asesinato de Danika se había resuelto... solo les quedaba vivir la vida. Pero no. Claro que no. Danika se llevó sus secretos a la tumba y esos secretos empiezan a salir a la luz. Eso solo significa dos cosas: que tenemos bombardeo de información gran parte del libro y que Bryce tiene que investigar el pasado de su mejor amiga (porque si no revienta).
Así que el libro, si lo dividimos en partes quedaría: una primera parte llena de información que no nos da tiempo a analizar porque sigue llegándonos información sin tiempo de procesarla; y una segunda parte de acción. Sinceramente, la primera parte se me ha hecho pesada y larga, pero sobre todo, lenta. Me ha dado la sensación de que aunque salían los mismos personajes que en el primer libro, no tenía nada que ver. De hecho, si no fuese por Danika que es el superglue de la saga... no sé si habría segundo libro.
La trama de los rebeldes, de los Asteri y de los espías me ha tenido enganchada porque literalmente no sabes en quién se puede confiar y en quién no (y te sorprendes con algunos personajes, para bien y para mal). Eso da pie a sacar muchas conclusiones precipitadas, teorías alocadas y a hacer hipótesis que vas viendo sobre la marcha si se cumplen o no (pista: la mayoría no porque el libro me ha volado el cerebro). Eso ha sido lo mejor del libro: las teorías. Mi mente iba a mil y ha llegado un punto en el que se me han ido de las manos y hay algunas que se quedarán para el tercer libro porque aún no las puedo comprobar.
Otra cosa que al principio me ha molestado un pelín son las relaciones personales e íntimas entre los personajes. ¿Alguien me explica la mierda de trato entre Bryce y Hunt cuando ya lo tenían todo hecho para ser felices? No entiendo. Son ganas de ralentizar las cosas para alargar la tensión. Pero ya no solo su relación, sino que las amistades también iban lentas, en el sentido de que quería ver más de esos momentos, pero no se nos deja porque lo importante es la información.
Bryce es un personaje al que quiero dedicar unas líneas. Porque en sí me gusta y le veo potencial, pero en general tiene una falta de confianza grande. Yo no sé cómo le salen bien los planes si no los comparte con nadie y luego, a la hora de la verdad, tengo la sensación de que el resto improvisa a su alrededor. Chica, no.
En medio de todo este caos de información, rebeldes y espías ha surgido mi pareja favorita (por el momento). Day y Night me han robado el corazón con sus interacciones y espero poder ver más de esta relación en el tercer libro. LO NECESITO.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐⭐
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