(2⭐) |
Amar es volver a empezar. Nuevo nombre, nuevo peinado, nueva ciudad. Allie Harper, de diecinueve años, es nueva en Woodshill. Tras poner muchos kilómetros de distancia con su hogar en Denver, acaba de empezar las clases en la universidad y necesita encontrar piso desesperadamente. Cuando llama a la puerta de su última oportunidad, ahí está Kaden White, con su mirada sexy y sus tatuajes, el chico de cursos superiores por quien suspira media universidad. Kaden no quiere compartir piso con una chica, ya tuvo problemas en el pasado por ello, y Allie no tiene ningún interés en compartir techo con alguien como él, pero la casa es perfecta y no les queda opción. Así, Allie y Kaden se convierten, a pesar de todo, en compañeros de piso. Sólo deberán cumplir tres sencillas reglas: nada de sentimentalismos, nada de meterse en las cosas del otro y, la más importante, nada de acostarse juntos. Pero las reglas están hechas para que las rompamos.
Es el primer libro que he leído de Mona Kasten y la verdad es que no me esperaba, para nada, lo "poco" que me ha gustado. La verdad es que realmente la valoración que le he puesto no es mala. De hecho, me guío por la valoración de Goodreads y 2⭐ quiere decir que el libro me ha gustado. Sin más. Teniendo en cuenta que había visto que mucha gente (que normalmente tiene gustos parecidos a los míos) hablaba de lo adictivo que es... bueno, me ha sorprendido bastante que ni fu ni fa.
El libro está plagado de personajes secundarios que, por lo que he podido ver, irán protagonizando el resto de libros de la saga y hay muchos de ellos que me han llamado la atención bastante (incluso más que los protagonistas de este primer libro). Por otro lado, creo que el problema ha sido la manera de llevar el enemies to lovers en este libro, porque quizá es una sensación que he tenido yo, pero me ha parecido que pasaban del odio al amor en un pestañeo. Con esto quiero decir que, en el transcurso del libro he tenido la sensación de que la relación entre Kaden y Allie ha pasado de ese momento inicial de "voy a ponerte unas normas para vivir en mi casa" a, de repente, llevarse "bien" (o lo suficiente para irse de excursión por la montaña) y enamorarse.
No sé, quizá he notado que han pasado de odiarse a amarse un poco rápido, incluso un poco forzado, pero si me paro a pensarlo... en realidad se supone que pasan semanas (o meses) a lo largo del libro pero, sinceramente, ese paso el tiempo no se me ha hecho muy notable. Vamos, que ni me he dado cuenta. Eso sí, tengo que las historias de ambos personajes son durillas y sus amigos (Spencer y Dawn) me han parecido muy interesantes. Lo mejor de todo ha sido la escena de "rescate" en el bosque. Vamos a ver Allie... ¿a quién se le ocurre meterse en el bosque sin tener ni idea de orientación ni conocerse el camino? En fin...
Y ya que he mencionado lo que más me ha gustado... lo que más he odiado ha sido el personaje de la madre de ella. ¡Por favor, que ser más controlador! Horrible. No me podía creer que, sabiendo por lo que había pasado su hija, tuviese la cara para comportarse como lo hace y mentir de la manera que lo hace para conseguir lo que se proponía. ¿Qué no ve que sus acciones hacen daño a su propia hija? Buff... Me ponía enferma, de verdad. Pese a eso y la velocidad en el cambio de la relación entre Kaden y Allie, el libro no me ha parecido horrible ni nada por el estilo (de hecho ya he dicho que dos estrellas no es una mala valoración), por lo que seguiré
leyendo la saga y conociendo a los diferentes personajes que he podido conocer un poco con esta primera novela. Eso sí, la verdad es que me ha costado conectar con los protagonistas de esta entrega, a ver qué tal en la siguientes.
VALORACIÓN: ⭐⭐
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