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Tras descubrir que su vida ha retrocedido hasta el momento previo a su separación de Alán, Diana intenta seguir adelante con la esperanza de recuperar todo lo que ha perdido en ese salto: el evangelio de las brujas, la gaveta, el pentagrama y, especialmente, la amistad de sus compañeros de viaje, que tanta ayuda le brindaron la primera vez que llegó a ese ático madrileño lleno de magia, secretos y enigmas.
Los acontecimientos extraordinarios siguen formando parte de su vida y entorpecen su propósito de desentrañar el misterio de su pasado, pero al mismo tiempo la impulsan a avanzar en su camino de descubrimiento. En este viaje, intentará ocultar su identidad para protegerse de una sociedad que no cree en la magia, pero, sobre todo, para salvaguardarse de los que quieren encontrar el verdadero evangelio de las brujas y destruirlo.
Diana ha madurado bastante desde que empezamos su historia, pues ahora se está abriendo a la magia. Sin embargo, después de su metedura de pata en el nuevo presente la historia ha cambiado y los sucesos han ido transcurriendo de un modo similar aunque diferente. Sabíamos que su relación con Alán estaba destinada al fracaso y que él se iría con su compañera de trabajo y aun así Diana se pasa medio libro dándole vueltas a esa infidelidad. A ver, entiendo que le afecte, es normal, pero se me hacía muy pesado que le diese tanta importancia a él y a la amante cuando hay cosas más importantes en las que focalizarnos (a parte no deja de decir que lo tiene más que superado, no deja de pensar en Desmond y aun así los celos le pueden, en fin).
Dejando eso de lado, volvemos al drama de la gaveta y el libro (que ahora han desaparecido, más o menos) y de los nuevos objetos raros que están hechos del mismo material del libro y que van apareciendo en esta nueva realidad. La verdad es que toda la trama de misterio con relación al libro y los poderes de Diana me llama bastante la atención y espero que se desarrolle más en el siguiente libro (porque este se ha basado en su relación con Alán y un poco en recuperar sus pertenencias y amistades). El caso es que no me acaba de cuadrar mucho que se le aparezcan "brujas" que le digan que se aleje de Desmond y se centre en proteger el libro, sobre todo teniendo en cuenta la historia y las teorías del anticuario (quién tampoco me da buena espina). Pero bueno, me ha gustado conocer un poco más a Desmond porque es verdad que es el personaje del que se habló menos en el anterior libro (si no recuerdo mal) y realmente me parece muy mono, por lo que no me gustaría que le pasara nada (pero nunca se sabe).
Como ya dije en la entrada del libro anterior, está trilogía (por el momento) me parece más un libro fragmentado en tres que no una trilogía. El primer libro acabó de un modo demasiado repentino, como si se hubiese cortado por la mitad y, de hecho, este empieza justo donde lo dejamos con el anterior. No me gusta dejar libros a medias y además la idea de ver a una bruja diferente a las de los cuentos vivir en la actualidad me parece una idea interesante, por lo que seguí leyendo. La verdad es que, en términos generales, el libro me ha gustado (si le he puesto 4 ⭐ es porque está entre las 3 y las 4 pero me he decantado al final por la puntuación mayor). Teniendo esto en cuenta, no creo que tarde mucho en empezar el siguiente, pues noto que cada vez me engancha más la historia y quiero saber YA cómo acaba todo.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐
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