Han pasado unos años desde que Harry, Ron y Hermione dejaron Hogwarts, vencieron a Voldemort y se convirtieron en adultos. Ahora es el turno de que sus hijos lleguen a Hogwarts y vivan sus propias aventuras. Albus Severus Potter, el mediano de los Potter, empieza su primer año y está a punto de descubrir que ser hijo de la persona que salvó el mundo mágico (y la escuela) no es fácil. Cuando el amor se convierte en odio las cosas acaban mal, se cometen estupideces y puedes llegar a ponerlo todo en peligro... Cuando todo cambia, solo un Potter podrá decidir cómo acabarán las cosas (otra vez) pero... ¿a qué bando favorecerá el cambio?
Ser hijo del niño que sobrevivió no debe ser fácil: las expectativas que tienen los demás sobre ti son bastante altas y Albus Severus Potter lo sabe. El problema es que la fama de tus padres no implica que vayas a destacar, y si a eso le sumas la amistad con un Malfoy y el hecho de ser seleccionado en la casa de Slytherin... bueno, las cosas no mejoran. Teniendo en cuenta que Harry casi acaba en Slytherin (aunque nadie lo sabe) y que mayoritariamente destacaba con la escoba, me parece muy fuerte que su hijo reciba semejante bullying por estar donde está y no dársele bien la magia. Así normal que el chico odie el colegio y se cierre en banda ¿cómo le va a decir a su padre que odia el sitio que tanto adora? No puede, lo que provoca que se resienta su relación.
Hablando de relaciones, me sorprende bastante que la mayoría de los personajes se hagan amigos íntimos después de conocerse en el primer viaje a Hogwarts, sobre todo porque en la vida real no sueles salir del colegio con las mismas amistades que haces el primer día. Pero en el mundo de Harry Potter parece ser habitual no separarte de la primera persona que conoces cosa que es, si más no, curiosa. Sin embargo, la amistad no es lo que más me llama la atención en cuanto relaciones ¡y es que parece que la obra gira entorno a la relación padre-hije! Es más, es con lo que me he quedado al acabarlo: la relación entre los Potter, entre los Malfoy y entre los Riddle (¿o Voldemort?), pues todo empieza porque Albus quiere demostrarle algo a su padre y la hija de Voldemort quiere salvar a su padre.
El estilo de redacción que se utiliza me ha parecido una maravilla. Sé que es una obra de teatro, lo sé, pero me ha encantado el hecho de ir viendo pequeños fragmentos de la vida de Albus a lo largo de los años, en vez de centrarse en un único curso, nos ayuda a entender mejor en qué dirección van sus relaciones (con su familia y con Scorpius). Ahora bien, aunque mayormente me ha gustado el libro, hay algunas cosas que no me han acabado de llamar del todo. Me explico: por un lado tenemos el tema de cambiar el pasado, más que nada porque después de varios años en Hogwarts deberían saber que cambiar el pasado no es algo que se pueda hacer a la ligera (y, cómo no, sale mal). Pero bueno, por lo menos esa aventura nos permite ver versiones alternativas del futuro y volver a ver momentos de la vida de Harry, cosa que me ha encantado. Pero luego está la trama sobre Voldemort...
Desde el principio se nos dice que Voldemort ha sido padre y que su descendiente está compartiendo el espacio-tiempo con los hijos de los protagonistas de la saga original. De hecho en un principio apunta a que es el hijo de uno de ellos: Scorpius Malfoy. Sin embargo, luego se descubre que en realidad están buscando a la HIJA de Voldemort, una chica que se describe como a alguien muy poderoso capaz de manipular a todos los personajes que han tenido contacto con ella. Alguien que puede volar sin escoba y que consigue que un Potter confíe en ella (y llegue a sentir algo por ella, cosa que no me ha acabado de gustar porque prefería emparejarlo con Scorpius). PEEEERO... esa persona tan fuerte y poderosa es engañada con un truco y vencida en un abrir y cerrar de ojos. No sé, podrían haber estado más rato luchando con ella en vez de vencerla en 5 minutos...
Pero bueno... ¿me ha gustado el libro? Sí y de hecho lo recomiendo. Ahora bien, me hubiese gustado que la hija de Voldemort fuese más difícil de vencer y que Scorpius y Albus acabasen juntos. Pero bueno, no ha estado mal, me ha entretenido bastante, se me ha hecho corto y, en general, me ha gustado mucho.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐
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