Hace tiempo los seres mágicos convivían con los humanos. Eran sus señores, sus amos, pero una guerra los separó. Construyeron un muro y los seres mágicos se llevaron sus habilidades con ellos al norte, dejando a los humanos al sur. Cruzar el muro está prohibido, así lo dicen los tratados que se firmaron, pero los seres mágicos lo cruzan de vez en cuando para aterrorizar a los mortales y arrasar aldeas.
Feyre es una cazadora. Solo caza para alimentar a su familia, pero lo hace en el bosque que hay cerca del muro. Hay historias que hablan sobre seres mágicos que rondan ese bosque, historias de seres brutales, sanguinarios y malignos pero ella nunca ha visto uno. Hasta que mata al lobo. Desde ese momento su vida cambia y se adentra en un mundo peligroso sobre el que siempre le han advertido. Todas las historias de miedo hablan de él, pero ella no tiene opción porque los tratados reclaman una vida por otra.
Tenía este libro como pendiente desde hace AÑOS y sinceramente no sé por qué no lo he leído antes porque... MADRE MÍA. Tiene bastantes momentos que recuerdan a la historia de la Bella y la Bestia (si cambiamos los libros por la pintura Feyre podría ser Bella perfectamente. Por "tocar" lo que no debía acaba separándose de su familia, viviendo en una mansión con una bestia maldita que en realidad es un lord y todos los que habitan en las tierras del lord están bajo la maldición). Pero quitando eso, que tampoco me esperaba, el libro me ha sorprendido mucho.
Tamlin tiene sus momentos (a veces me parece un poco BESTIA por como se comporta y eso no me gusta), pero las historias que tienen detrás tanto él como los miembros de su corte (Alis y Lucien) te hacen empatizar y quererlos porque menuda vida han tenido... Cualquiera diría que después de la guerra y los tratados las cosas se habrían estabilizado pero no: muertes, mutilaciones, LA PLAGA...
La vida de Feyre tampoco ha sido fácil, no después de la promesa que le hizo a su madre en el lecho de muerte. Pero vaya, que eso no justifica el trato que tiene que soportar, ¡QUE ES LA PEQUEÑA! Pero bueno... Cuando por fin parece encajar en un sitio y se siente feliz y a gusto (aunque no entiende ni la mitad de las cosas porque solo escucha fragmentos "a escondidas"), van y la echan de nuevo a su antigua vida. Y aquí es cuando pasamos la mitad del libro.
En la segunda mitad las piezas de la historia que hemos ido descubriendo (poco a poco) se acaban de unir y descubres que todo tiene un motivo, que nada ha sido al azar, ni siquiera la muerte de Andras (lo que provocó que Feyre viviera con Tam). Pero entonces las cosas se complican, la maldición aún no se ha roto y Feyre acaba teniendo que pasar por una serie de pruebas que casi la matan (si no fuese por sus aliados). Para acabar de complicar las cosas está Rhys, que parece que quiera algo pero no, y resulta que al final solo es una buena persona que quiere ser libre (muy lioso, a ver cómo evoluciona este personaje en los siguientes libros).
En conclusión, la autora se toma su tiempo situándonos en este mundo fantástico, presentando a los personajes y dándonos pequeñas pistas de lo que está pasando. Pero cuando acabas de entenderlo todo es cuando se pone interesante, cuando no puedes dejar el libro y acabas de empatizar con Feyre (preocupándote por su vida a cada prueba) y con Tamlin cuando pasan la última prueba y Amarantha no los libera hasta que ella se da cuenta de la solución a su acertijo (un poco tarde) y se desata todo. No sé cómo va a afectarle a Feyre su nueva condición y lo que ha tenido que hacer durante las pruebas para salvar a todos los Fae porque, por mucho que le den las gracias, al final del día está ella sola con su conciencia y sus recuerdos. Y no creo que lo olvidé fácilmente.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐⭐
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