Sagas y adaptaciones: Piedras preciosas (Kerstin Gier)


¡Buenas!

Hoy os vengo a hablar de la trilogía Piedras preciosas de Kerstin Gier. Una de mis sagas favoritas. De hecho, en este caso no sé si me gustan más las películas o los libros y eso no suele ser algo habitual. Es cierto que las películas tiene partes que no salen en los libros, pero la esencia de la historia está ahí y al final las cosas no son tan diferentes. Los actores que hacen de Gwen, Leslie, Charlotte y Gideon me encantan y Xemerius me parece adorable. Por eso recomiendo 100% tanto los libros como las películas.

Desde hace siglos los de Villiers y las Sheperd guardan un secreto: los chicos de Villiers y las chicas Sheperd pueden viajar en el tiempo. Bueno, en realidad pueden heredar el gen del viajero del tiempo, pero no saben exactamente quiénes lo heredan, pues en toda la historia solo puede haber 12 portadores del gen, 12 viajeros. En el caso de los de Villiers ya se conocen todos los portadores, pero en el caso de las Sheperd no. Las notas del Conde dicen que podría ser Charlotte, una joven bien educada, encantadora, esbelta y prácticamente perfecta, solo tiene un problema: no tiene el gen. 

Gwendolyn ha vivido siempre a la sombra de su perfecta prima, hasta que se descubre que ella es la portadora del gen. Ahora no solo debe recuperar todos los años perdidos de protocolo, pues debe saber comportarse en el pasado, sino que tiene la misión de recoger muestras de sangre de todos los viajeros para poder completar las muestras del cronógrafo, el instrumento que utilizan para viajar al pasado de forma segura. Sin embargo, no todo le resultará tan fácil porque no solo tiene que trabajar con Gideon, el arrogante de Villiers portador del gen, sino que tiene que convencer a su prima Lucy y a Paul de que le den su sangre, pero... ¿a qué época del pasado se escaparon? Nadie lo sabe. 

Su misión le hará conocerse mejor a ella, su pasado y su futuro. Gwen y Gideon deberán aprender a trabajar juntos, incluso cuando no se soporten. Las cosas no siempre serán fáciles y los secretos que descubrirán les irán complicando las cosas aún más. ¿Serán capaces de vencer a sus enemigos?

Vivir en una familia cargada de secretos no es fácil. O al menos eso es lo que piensa Gwendolyn Sheperd. Y es que en su casa nada ni nadie es del todo «normal»: empezando por su excéntrica tía abuela, pasando por la misteriosa Lucy, que se escapó de casa hace diecisiete años sin dejar rastro... y, para acabar, también está Charlotte, su encantadora y rabiosamente perfecta prima, quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá viajar en el tiempo.

Pero un día Gwen se encuentra de pronto en el Londres del penúltimo cambio de siglo y comprende que el mayor secreto de su familia es ¡ella misma!. Para protegerla, su madre trató de ocultarle todas las pruebas, pero en realidad ella es la última viajera en el tiempo y tiene una importante misión que cumplir. Ahora Gwen está en el ojo del huracán y parece que todo el mundo tiene un montón de advertencias que hacerle. En cambio, nadie va a decirle lo más importante: es mejor no enamorarse mientras se viaja de una época a otra, porque eso puede complicar terriblemente las cosas...



Gwen vive en una nube... ¡con Gideon!, aunque sabe bien que el amor entre dos viajeros en el tiempo puede deparar sorpresas traicioneras. Por suerte, tiene muy buenos consejeros: su mejor amiga, Leslie, su compinche, James el fantasma, y Xemerius, una gárgola que se mete en bastantes líos.

Además, Gwen y Gideon tienen importantes problemas de los que ocuparse... Por ejemplo, salvar el mundo. O aprender a bailar un minué (algo nada fácil). Sin embargo, ambos deberán entender que el amor debe pasar por delante de lo demás, sobre todo cuando caigan en las redes del conde de Saint Germain...




¿Qué se puede hacer cuando te han roto el corazón? Sin duda, la mejor terapia consiste en telefonear a tu mejor amiga, comer chocolate y hundirte durante semanas en la autocompasión. Lo malo es que la última viajera en el tiempo, Gwendolyn, tiene que emplear sus energías en cosas muy distintas; por ejemplo, sobrevivir. Porque los hilos que ha tejido el turbio conde de Saint Germain en el pasado se tensan ya para urdir una peligrosa red también en el presente.

Con el objetivo de desvelar las intenciones secretas del Conde, Gwendolyn y Gideon -olvidando por un momento sus penas de amor- no solo deben bailar un minué en una esplendorosa fiesta en el siglo XVIII, sino también lanzarse a vivir increíbles aventuras que les llevarán más allá de las fronteras del tiempo...

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