William está decidido a dejar atrás el pasado y a empezar de nuevo al lado de Kate. Juntos viajarán a Inglaterra, el hogar del vampiro. Allí Kate conocerá un mundo oscuro y fascinante por el que se sentirá irremediablemente atraída. Pero una serie de terribles acontecimientos hará que salgan a la luz secretos que nadie debería conocer.
William sabrá por qué es diferente, y que su destino ya está escrito sin que pueda hacer nada para cambiarlo. Un destino en el que Kate no tiene cabida; no si quiere mantenerla a salvo.
Debo decir que la pareja de Kate y William tiene sus momentos, sus altibajos, pero… si lo miro en general, es una pareja que me encanta. Ella madura mucho durante el libro. Vale sí, confía en que Adrien no le hará daño y se equivoca, pero tiene las ideas muy claras y está dispuesta a luchar por lo que quiere. Cuando le pide la bendición a Sebastian sabe que, en un momento u otro, querrá ser como ellos, quizá no en ese momento porque tiene a Alice y a sus amigas del instituto, pero, sinceramente, no creo que eso le suponga un problema.
Por lo que respecta a Adrien y William, los dos pasan por un momento difícil y se ven obligados a proteger lo que quieren. El primero a su familia y el segundo a Kate por lo que no veo a Adrien como alguien tan malo como lo pintan los Crain. Vale sí, ha provocado que los vampiros caminen bajo el Sol, pero William hubiese hecho lo mismo en su lugar. Vale sí, convirtió a Kate y la secuestró, pero también pudo dejarla morir en el río, y en el bosque, y no lo hizo. De hecho, cuando está con ella es súper adorable, bueno y atento y es uno de mis personajes favoritos de esta novela. Por su parte, William también ha cambiado mucho, ahora es mucho más seguro de sí mismo de lo que era al final de Pacto de sangre. Sí que encuentro que quizá exageró un poco la reacción cuando se enteró de su naturaleza… a ver, vale que le han mentido toda tu vida (que no es corta precisamente) pero era para protegerle.
Por otro lado, los arcángeles me han cansado bastante con lo de “no podemos intervenir” pero luego bien que secuestran a la familia de Adrien, matan a Marcelo, envían a los Nefilim y le dicen (a medias) a Will y a Adrien lo que tienen que hacer. Por lo que no veo donde “no están interfiriendo” realmente. Dicho esto, Shane cada vez me va gustando más. En Pacto de sangre me gustó su personaje, pero ahora… no sé, ha dejado a un lado su faceta de chico malo y, junto a Marie, son los mejores poniendo a William en su sitio. Y ya que digo lo de poner a William en su sitio… Robert tampoco se queda atrás, vale que es uno de los que le ocultó la verdad a su hermano, pero en el fondo es un trozo de pan que ya veremos cómo evoluciona en el siguiente libro. Lo que sí que… echaré de menos a Alice, no aparecía muy a menudo, pero tenía su punto y lo que le pasa es bastante triste.
En definitiva, si te gustó el primero seguro que este te ha encantado, y si no es así... podéis darme vuestro punto de vista en los comentarios, como siempre. Tengo muchas ganas de ver como acaba la trilogía y ver qué pasa con todos estos personajes que cada vez me están llamando más la atención. ¿Qué creéis? ¿William y Adrien serán amigos? ¿Le perdonará Kate? Sinceramente, la pregunta que quiero que me respondan son las siguientes: ¿Por qué los arcángeles se han metido en lo de la profecía? ¿Qué esperan?
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐
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