Grace e Isabel tienen una meta común: proteger a los lobos de la manada y conseguir que Sam siga siendo humano. Por eso, que Cole llegue a la manada y que el padre de Isabel esté decidido a acabar con los lobos no hará más que complicar las cosas. Pero los problemas no suelen venir de uno en uno. Isabel se encuentra un lobo muerto en los límites de su casa. Un lobo que se ha ido desangrando por lugares poco habituales. Y encima está ese olor... ese olor que se pega a Grace y le sigue por todas partes. Cualquiera diría que lo emana ella pero... ¿y si fuese así? ¿Y si lo que mató a ese lobo es algo que también tiene Grace?
La primera palabra que me ha salido al acabar el libro es: WOW. Me explico: el primer libro ya me gustó mucho pero este... este es mejor. ¿Por qué? Pues porque vuelven los misterios, la agonía de no saber que pasará y los nervios por saber si conseguirán solucionarlo todo a tiempo. Pero lo mejor es el final, un final que no me esperaba para nada, porque imaginaba que podrían hacer otra cosa que no fuese esa. Pero mejor empiezo por el principio...
Después de la muerte de Jack en el libro anterior, Grace e Isabel se han hecho muy buenas amigas porque tienen una manada de lobos que proteger y un amigo al que mantener con forma humana: Sam. Un día, Isabel encuentra un lobo muerto en los límites de su casa y decide enseñárselo a Grace. Podéis pensar que el padre de Isabel pudo matar al lobo dada su afición a la caza, pero eso no fue lo que mató al animal porque, al parecer, Grace se da cuenta de que murió sangrando por sitios por donde no debería. Por ejemplo: ojos, nariz... Por eso, acaban pensando que una extraña enfermedad pudo haber acabado con el animal. Sin embargo, lo que no encaja en todo eso es su extraño olor. Un olor que se engancha a Grace durante días y que a Sam no le parece sospechoso.
Después de eso, Grace empieza a ponerse mala por primera vez después de que la atacaran los lobos. Si a eso le sumamos el olor que desprende día sí, día no... pues ya tenemos algo sospechoso en nuestro misterio. Pero claro, con Isabel dedicándose a investigar enfermedades raras en libros de biología, los padres de Grace que no le hacen ni caso y con Sam dedicándose a problemas de la manada como cuidar de los lobos nuevos como Cole... pues dejan de lado el tema del lobo muerto y el resfriado de Grace como si fuese algo normal que pasa cada día. Y aquí es donde empiezan los problemas...
Como ya sabéis, Grace y Sam duermen juntos desde el libro anterior y prácticamente él vive en casa de ella, ¿no? Pues una noche Grace se pone muy muy mal y despierta a sus padres que descubren a Sam en su cama y se ponen hechos unos basiliscos. Resumiendo esta parte, os diré que lo acaban echando y prohíben a Grace estar con él. Por eso, Sam se va a vivir a casa de Beck con Cole que está en una fase de "me transformo - no me transformo" mientras intenta que Sam supere el miedo a las bañeras e intenta acercarse a Isabel. Entre todo este caos, Grace empieza a plantearse que tal vez su enfermedad sea la misma que la del lobo muerto pero, que de alguna manera, él no se la pegó porque Isabel está perfecta de salud. A todo esto, hay que sumarle que el padre de Isabel mata al mejor amigo de Cole cuando es un lobo indefenso y lo patea delante de los chicos para hacerse el tío duro y peligroso... En fin, patético.
Mientras que Grace y Sam arreglan sus problemas, Isabel y Cole se conocen y empiezan a acercarse el uno al otro. Con acercarse me refiero a que tiene pinta de que acabarán juntos, ya que ya se han besado un par de veces, y se han sincerado el uno con el otro... y bueno, que son muy monos cuando no se pelean y demás. El caso es que Isabel empieza a olerse que a Grace le pasa algo más serio de lo que se creen y acaba viendo que tenía razón cuando ella vomita sangre después de escaparse de casa e irse a vivir con los chicos. Gracias a eso, todos abren los ojos y empiezan buscar soluciones para su amiga y no paran hasta descubrir que lo que mató al lobo está matando a Grace: la falta de transformaciones. Por lo que parece, se han pasado la vida pensando que los que se convertían en lobo definitivamente morían a los 10 años (aproximadamente) porque eso es lo que dura un lobo, pero en realidad morían porque no se transforman en humanos.
Es decir: hay una enfermedad que los mata lentamente y las transformaciones hacen que la enfermedad no avance, ¿qué pasa cuando te quedas permanentemente en una de las dos formas? que la enfermedad avanza y te mata. Sinceramente no esperaba que sus transformaciones los protegieran de algo peor y por eso supongo que no tengo palabras, porque me ha sorprendido. Aun así tengo algo que decir del libro, unas cuantas cosas en realidad. El libro me ha encantado, gracias a él hemos podido conocer mejor a Isabel, esa chica que parecía fría, superficial y cruel y que poco a poco se va abriendo a Cole enseñándonos que tiene corazón, sentimientos, y que puede cambiar a mejor. Además, gracias a ella conocemos a Cole, un chico muy listo que va por ahí haciendo creer a la gente que es un creído que solo necesita un chute de adrenalina a base de drogas, pero que al final es, junto a Isabel, uno de los personajes que más me ha gustado y creo sinceramente que Isabel y Cole encontrarán una cura para los lobos.
Por cierto, no es por justificar al padre de Isabel pero... si de algo ha servido la muerte de Victor, es para que Cole se dejase de tonterías y se abriera a los demás, y eso ha sido algo positivo. Por lo que hace a Sam y Grace... entiendo que no está bien lo de esconder un chico en tu casa y dormir con él sin que tus padres lo sepan, pero los padres se han pasado tres pueblos al prohibirles verse y decidir sobre lo que sienten o dejan de sentir. A ver, entiendo que como padres se preocupen por su hija pero... eso de ignorarla 17 años y luego montar un circo y sentirse mega ultra ofendidos por encontrarlos en la misma habitación de noche, me parece una exageración. Además no estaban haciendo nada... comprometido. Al final lo único que han conseguido es que su hija se escape, cosa que tampoco me parece acertado y espero que arreglen todo cuando ella recupere su forma humana. Lo único bueno es que gracias a que se escape pudo llegar hasta el hospital, ya que si llega a ser por sus padres... seguro que se les muere en casa.
Por lo que hace a Sam... sinceramente pensaba que al volver a ser humano evolucionaría un poquito más y lo veríamos como el adulto responsable en el que se ha convertido de golpe. Pero la verdad es que es bastante... lento, por no decir tontito. Me explico: ¡su novia se está muriendo delante de las narices y el tío no hace nada! "Ui huele como el lobo muerto, bueno seguro que será porque lo encontró y se le ha pegado el olor" ¿Enserio? Sam, ¡¡espabila!! En serio, si no fuera por Isabel, Grace sería historia. Resumiendo: Quiero ver como solucionan el problema de los lobos porque ahora Grace y Olivia son dos de ellos y el padre de Isabel está tan loco que al final se las cargará y todo. Además está el tema de la cura... También quiero ver que ha pasado con Olivia, ya que en este libro era una loba y no ha salido mucho, y mucho menos ha hablado... Total que me quiero leer el siguiente ¡ya de YA! Eso si, no sé cuando subiré su reseña porque tengo también otras sagas empezadas como bien sabéis.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐⭐
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