Vivimos en un mundo dividido en facciones (Verdad, Cordialidad, Erudición, Abnegación y Osadía). Un mundo en el que a los 16 años, los jóvenes pasan una prueba que les cambia la vida y les indica a qué facción pertenecen realmente. Si deciden seguir ese camino puede que no vuelvan a ver a sus seres queridos, todo depende de si acaban en la misma facción de origen o no. ¿Dejarías atrás a tu família para unirte a la facción que te toca, o vivirías en una facción en la que no encajas para quedarte a su lado?
Antes de nada tengo que decir que me parece muy fuerte que la gente abandone con tanta facilidad la vida que ha tenido durante los primeros 16 años de su vida. Solo porque una prueba te dice que perteneces a otra facción debes dejar atrás a tu familia, no volver a verla (y casi ni mencionarla) el resto de tu vida. No sé, me parece un poco triste porque al fin y al cabo son tus raíces, tu origen y de la noche a la mañana tienes que resetear tu vida, empezar de cero y no mirar atrás.
Dicho esto... los de Osadía están como una cabra. Entrar en esa facción no implica escogerla y ya. No. Debes pasar unas pruebas, demostrar que eres apto, aprender a luchar, disparar y ¡SUBIR Y BAJAR DE UN TREN EN MARCHA! (wait, what?). Por si eso fuera poco, son bastante competitivos, quiero decir... intentar matar a una compañera solo porque en la segunda fase de las pruebas empiece a destacar... pobre Tris. Menos mal que por lo menos tiene algunos amigos ahí dentro (y digo amigos de verdad porque Al, chico... así no). Además, no solo tiene amigos, la relación que tiene con su instructor (Cuatro) también tiene su qué (porque normal, normal no es). Pero bueno, al final Tris consigue hacerse un hueco en Osadía. En ese momento empiezas a felicitarla mentalmente porque, con todo lo que ha tenido que pasar, esperas que las cosas se calmen. Pero NO.
De repente, todos los miembros de osadía se encuentran controlados por un suero y se desplazan hasta abnegación para matar a todos y cada uno de los abnegados. Y, cómo no, Cuatro es el único que puede ayudarla, hasta que los separan, meten a Cuatro en otra simulación y a ella la condenan a muerte. Aquí hay que hacer una pausa. ¿Esta chica no ha pasado por suficientes cosas? Por lo visto no. Pero bueno... por lo menos aparece su madre en el último momento y le salva la vida (¡menos mal!). Aun así la cosa no acaba ahí, pues Tris todavía tiene que parar la simulación (obviamente) y recuperar a Cuatro.
En resumen, sí, Tris consigue detener la simulación y todo acaba bien. Y lo digo así porque acaba perdiendo a sus padres y a Will por el camino. Esos capítulos me hicieron sentir pena por el personaje y estar tensa por saber qué iba a pasar. Por lo visto, no fue suficiente las palizas que se llevó durante la iniciación, ni el hecho de que casi la matan cuando intentan tirarla por el abismo, que encima tenían que morir sus seres queridos. Me pregunto como mirará a la cara a Christina después de matar a su novio, si los de Cordialidad los acogerán y cómo será la reacción de Eric y Jeanine al ver lo que han hecho.
Sin ninguna duda me entran ganas de leerme Insurgente para ver que pasará a continuación y sin ninguna duda también me volvería a leer el libro. Y hasta aquí la reseña de hoy, en unas semanas espero tener la reseña del siguiente libro.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐
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