Kesley Graham, una chica americana de clase media que vive con sus padres y su hermano Marcus, se ve obligada a cambiar sus planes navideños para acoger a un alumno de intercambio. James, el alumno de intercambio, proviene de una familia inglesa de clase alta, es bastante excéntrico y siempre se ha salido con la suya. Cuando se conocen la relación no empieza con muy buen pie y el hecho de que James humille cada dos por tres a Kesley no mejora las cosas. Sin embargo, la cosa cambia porque una noche, con unas copas de más, James hace algo que nadie esperaba.
He de decir que al principio la historia me pareció un poco lenta. James era inaguantable porque cada vez que no se salía con la suya montaba una escena. Además... ¡se quejaba por absolutamente TODO! Y luego está el hecho de llegar a una casa que no es tuya (y vive gente que no conoces y con toda su buena fe te acoge) y empezar a tocar todo lo que te da la gana y a intentar volver locos a tus anfitriones. Quiero decir... si aceptas hacer un intercambio debes adaptarte a tu familia de acogida e intentar ayudar en lo que puedas, no hacer que todos hagan lo que a ti te apetece cuando a ti te parece.
Vamos, que viendo la manera de actuar de James no es de sorprender que no se lleve nada bien con Kelsey (con la que además no deja de meterse). Pero bueno, que al final se enamoran (cosa que si nos paramos a pensar tampoco es algo que nadie se espere) y las cosas empiezan a ser "normales" hasta que... vuelven a pelearse otra vez porque salen a la luz los trapos sucios de James y Kesley decide que no quiere volver a saber de él nunca más. Como era de esperar también, James decide recuperarla e idea un plan en el que se ven involucrados los familiares y amigos de ella.
En definitiva, el libro me ha gustado. Es cierto que tiene sus más y sus menos pero los problemas, peleas y experiencias que van atravesando estos dos son bastante entretenidas. Además, James experimenta un cambio notable a lo largo de la historia (vale, sí, sigue siendo el chico pijo "repipi" pero por lo menos consigue ser soportable). No es una gran historia pero sí que puede servir para pasar el rato y echarte unas risas (en ciertos momentos) porque al final la historia de Kesley y James acaba enganchando, ni que sea para qué será lo siguiente que los enfrentará.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐
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